Nuestra vida tiene muchas vidas. EL VALOR DE UNA REGRESIÓN.

Una tarde de domingo familiar mi sobrina de 2 años afirmó categóricamente, ante la sorpresa general de todos, que yo era su madre y nos explicó que habíamos vivido en una casa muy diferente a la de ahora. A lo largo de mi vida profesional, también me han referido experiencias como la de una profesora que su hijita le dijo “mami cuando estaba en tu barriguita todo estaba muy oscuro”. Son situaciones sorprendentes que me hicieron abrirme a una nueva actitud ante la posibilidad de la memoria de encarnaciones anteriores y de la vida prenatal ¿A cuántas personas no les ha ocurrido una experiencia similar al tratar con niños?

No solo estas experiencias me sirvieron de signo transmisor del mensaje de que debía investigar la regresión a vidas pasadas, más adelante sufrí un accidente de moto que debió ser mortal por su gravedad pero al que sobreviví a pesar de la conmoción cerebral y la experiencia de coma. A partir de momento ya no pude eludir la llamada y decidí conocer la Terapia Regresiva como paciente, buscando respuesta ¿Por qué no había muerto en el accidente? ¿Me falta algo por cumplir todavía en esta vida?

Al no conocer ningún terapeuta de esta línea en España, viajé a EEUU para someterme a sesiones de Terapia Regresiva. La experiencia fue total. Me encontré con unas experiencias en la que el terapeuta no te tiene que convencerte de nada y menos de los orígenes de tus problemas, es en un acompañante que te facilita las herramientas necesarias para que seas tú quien efectúes tus propios descubrimientos y, además, en un breve espacio de tiempo. Con solo la orden de ir al origen del problema te puedes mover a una vida pasada de descubrimiento de los hechos y emociones que te están causando el bloqueo y todo ello sin tener que luchar contra los años de olvido. Otro descubrimiento fue la conexión mente-cuerpo-espíritu y la repercusión que tiene un desequilibrio emocional.

Comprobé en mi propia piel las grandes posibilidades de sanación y evolución de la Terapia Regresiva, que desee acceder al privilegio de ayudar a los demás aplicando estas técnicas en mi profesión. Me he formado con varios profesionales, aunque el que me aportó las técnicas que utilizo en la actualidad fue el admirado Dr. Brian Weiss con el que he efectuado varios curso de formación de terapeutas y talleres y también he colaborado ayudándole cuando ha efectuado talleres en España.

A partir de mi formación en EEUU llevo efectuadas más de 4000 regresiones y aunque algunos periodistas me han propuesto participar en investigaciones para confirmar la reencarnación, siempre me he negado. He decidido volcarme en la formación de terapeutas y la aplicación práctica para ayudar a las personas a descubrir las conexiones de su pasado con el presente con el objetivo de mejorar el presente y prevenir que los bloqueos del pasado se vuelvan a producir en el futuro.

En las sesiones suelen presentarse experiencias cotidianas y trilladas, pero sublimes y espectaculares en sus resultados. Las primeras sesiones suelen ser las más difíciles, pero cuando el paciente entiende el funcionamiento de la memoria y participa activamente en el proceso, este cobra agilidad y profundidad.

Suele aparecer en las sesiones el “Pinche boicoteador interior” intentando bloquear la experiencia a través de diferentes miedos y tretas. La primera suele ser la tendencia a racionalizar y a la crítica que impide una participación y ligereza, manifestándose con una desconfianza hacia la imaginación. Es importante superar esta interferencia, saber que es difícil imaginar lo que no conocemos y comenzar a apreciar la propia imaginación como portal para el pensamiento superior y entrada a la inspiración y la iluminación.

Cuando se empieza a verbalizar la experiencia acude más y más información, pudiendo aparecer una vida pasada que contiene un valor duradero, un regalo a largo plazo.

A la consulta vino María, una mujer todavía joven de 30 años con una apariencia agradable y una buena formación profesional. Ella acudió a pedir ayuda porque sentía que estaba preparada para afrontar mayores responsabilidades profesionales, pero que aunque siempre tenía buena aceptación, con el tiempo las posibilidades de promoción desaparecían y era relegada. Sorpresivamente para ella comprendió que su manifestación era la punta del iceberg y que iba por el mundo como colgada de los demás, de amigos, de parejas… de todos. Esta persona, además, de depender, incluso económicamente de todos los que la rodeaban, exigía un trato de respeto y una consideración fuera de lugar como si todos fueran sus súbditos. Ella cada vez iba teniendo menos amigos. Se iba haciendo mayor y siendo abandonada por todas las parejas que iba encontrando. Tras tratarse con Terapia Regresiva, esta persona no se puede decir que haya mejorado, sino que ha cambiado rotundamente de actitud ante la vida, comprendió que arrastraba emociones de una vida pasada en las que había tenido mucho poder como jefe en una tribu apache. Una vida en la que se vio dirigiendo y guiando sabiamente a su pueblo, llegando a ser muy admirado y respetado.

Empezó a mejorar cuando comprendió que esta vida es diferente y que debe divorciarse de su insaciable necesidad de controlar todo lo que le rodea, además… ha empezado a valorar la naturaleza más que al dinero, la emoción más que al poder y la evolución más que el estancamiento.

Después del tratamiento con Terapia Regresiva no cambia la persona, suele cambiar su actitud. Al dejar clasificar el mundo a través de un estricto sistema de exigencias, deja de tener dificultades al comunicarse. Al reencontrarse a sí mismos y descubrir lo que falla, pueden transformar este problema y afloran las cualidades opuestas de manera que ese problema quede barrido de la propia naturaleza. Así llegan a vivir con gran armonía interior e irradiar amor. También desarrollan una profunda comprensión del mundo de las emociones y llegan a alegrarse de los logros y éxitos de los demás.

Al tener en orden su mundo interior, también viven con orden el mundo exterior, siendo capaces de reconocer el lugar que corresponde a todos.